La madrugada del domingo traía de nuevo el cambio de hora . Los relojes se retrasaban sesenta minutos, y con ese gesto simbólico comenzaba la temporada invernal del tiempo artificial. Para algunos, un ajuste lógico; para otros, una rutina innecesaria. Médicos, agricultores y expertos en energía coinciden en una idea sencilla pero contundente: la naturaleza no entiende de horarios humanos . El debate debería estar abierto. Al menos así opinan distintos expertos consultados por INFORMACIÓN.

Amanecer en el antiguo muelle de las Salinas de Santa Pola / V. L. Deltell

La salud mental se adapta mejor al horario de invierno

El doctor José María Rico , jefe del Servicio de Salud Mental del Hospital General de Elche, considera que el horario de invierno es más beneficioso para el organism

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