Hay autos que parecen llevar el calendario en la chapa : polvo de ruta, manchas de lluvia vieja, marcas de dedos. Adentro, recibos, botellas, migas de merienda, el bolso del gimnasio en el asiento trasero.
La American Psychological Association señala que muchas postergaciones diarias no son “pereza”, sino intentos de regular emociones frente a tareas poco gratificantes; lavar el auto -sin fecha límite ni recompensa inmediata- encaja perfecto en ese patrón
Lavar requiere planificar : desviar ruta, esperar turno, pagar. En agendas comprimidas, la limpieza pierde contra tareas con plazo o gratificación inmediata. A veces, además, el auto pisa barro o polvo a diario (obras, zona rural, caminos de tierra): un lavado “dura” horas. En ese contexto, posponer no es negligencia; es optimiz

Clarín

Raw Story
The Daily Beast
New York Post Business
OK Magazine
CourierPress Sports
FOX 5 Atlanta Crime