Tras años de ver cómo SpaceX redefinía las reglas del juego —demostrando que se puede ser rápido, barato e imparable—, los tres gigantes aeroespaciales del continente han decidido que ya basta de juegos: la supervivencia exige unirse.

Airbus, Thales y Leonardo acaban de anunciar la mayor reestructuración espacial de Europa en más de veinte años. ¿El objetivo? Crear un solo megaconsorcio con sede en Toulouse, una potencia unificada con 25.000 empleados y unos ingresos anuales de 6.500 millones de euros capaz de plantar cara, de verdad, al vendaval de Elon Musk.

El modelo SpaceX obliga a Europa a unirse o morir

El movimiento es un claro reconocimiento de la nueva realidad: la vieja guardia europea, dominante en el mercado de los grandes satélites geoestacionarios (los caros y lentos)

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