Culiacán.- Sinaloa enfrenta una ola de violencia sin precedentes, con al menos 41 muertos en los últimos seis días. Esta racha de homicidios se desató tras la muerte de Luis Ezequiel Rubio Rodríguez, conocido como “El Morral”, quien era el jefe operativo de la facción de “Los Chapitos”. Además, la detención de seis de sus operadores más cercanos ha intensificado la situación. Entre los detenidos se encuentran José Manuel Álvarez García, apodado “Mono Canelo”, y Juan Carlos Dorantes Meza, conocido como “Chango”, ambos con un historial criminal significativo.

Según el Gabinete de Seguridad federal y la Fiscalía General estatal, los homicidios se han reportado de la siguiente manera: el 20 de octubre se registraron dos muertes; el 21, ocho; el 22, once, la mayoría en Culiacán y Navolato; el 23, tres; el 24, ocho; y el 25, cuatro. A estos se suman tres civiles abatidos el 26 de octubre durante un enfrentamiento con la Marina en el Ejido Las Tres Gotas de Agua, en el municipio de Eldorado, así como el hallazgo de un cuerpo en Culiacancito, en la capital estatal.

La violencia actual es resultado de la narcoguerra que “Los Chapitos” han librado durante el último año, en un contexto donde están perdiendo terreno frente a “Los Mayos”, especialmente tras la detención de su líder, Ismael “Mayo” Zambada. El operativo que desató esta ola de violencia ocurrió la noche del 20 de octubre, cuando fuerzas federales realizaron un despliegue en el sector Tres Ríos de Culiacán. Durante este operativo, se enfrentaron a una célula armada y aseguraron cinco armas largas, una subametralladora, dos armas cortas, 12 cargadores, 150 cartuchos útiles y tres vehículos.

Entre las víctimas colaterales se encuentra un hombre de 57 años, que fue alcanzado por las balas mientras viajaba en un camión urbano en la salida norte de Culiacán. “El Morral” lideraba un grupo operativo que se encargaba de ataques a células rivales y del resguardo de casas de seguridad, actuando como enlace entre mandos medios y sicarios. Su nombre había aparecido en una narcomanta en abril de 2025, donde se le atribuía la masacre en un anexo de rehabilitación.

En diciembre de 2024, “El Morral” fue detenido junto con Dorantes Meza y otros tres hombres, en posesión de armas largas y vehículos blindados, pero fue liberado semanas después. Las autoridades advierten que su muerte ha reactivado la guerra interna dentro del Cártel de Sinaloa, ya que era considerado un “puente” entre operadores menores y jefes de plaza. Los recientes detenidos, “Mono Canelo” y “Chango”, también tienen antecedentes judiciales. Álvarez García fue arrestado el 19 de julio de 2025, pero liberado una semana después por falta de pruebas, mientras que Dorantes Meza fue detenido en diciembre de 2024 y también recuperó su libertad.