Superar el examen práctico es el último paso para obtener el carné de conducir , tras haber aprobado el teórico. Un momento que convierte a muchos aspirantes en manojos de nervios, porque a la tensión propia de un examen, la necesidad de controlar mil cosas después de unas cuantas clases prácticas y lo imprevisible que es ponerse al volante ante todo lo que puede ocurrir se suma la incertidumbre sobre qué les pedirá el examinador. Pero merece la pena pasar ese mal trago ante la libertad e independencia que aporta poder tu propio coche.

Pregunta a su profesor

Es normal por tanto llegar al momento del examen como un flan y que puedas meter la pata incluso con las preguntas que hagas. No fue determinante para su examen, pero la pregunta que una joven formuló a su profe

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