El pasado viernes salía a la luz que Iker Casillas había sufrido un robo por parte de una persona de su máxima confianza, su empleada del hogar —y también la de Sara Carbonero desde 2019— que, de acuerdo con su marido, vigilante de seguridad de la exclusiva urbanización en la que vive el exfutbolista del Real Madrid, habrían urdido un plan para sustraerle su colección de relojes de alta gama sin que él sospechara nada.

Según ha trascendido en los últimos días, la pareja habría cambiado los relojes —uno de ellos un Rolex valorado en 50.000 euros— por imitaciones para que el exjugador no se diera cuenta de que le estaban robando en su propia cara, aunque finalmente y tras una temporada en la que llegaron a llevarse cinco relojes, habrían sido descubiertos.

Casillas, experto en relojes,

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