¿Qué pasó con todo lo obtenido del robo de picaportes, porteros, cables, manijas y demás objetos de bronce y cobre tanto en ciudades como Buenos Aires como en zonas rurales y hasta en cementerios? ¿Dónde terminó? Después de haberlos pagado migajas, una banda los convirtió en millones de dólares y criptos que llenaron los bolsillos de varios empresarios : contrabandeaban esos materiales ferrosos en toneladas y lavaban el dinero proveniente de la ilegalidad en financieras.

No estaban solos, contaban con la ayuda de funcionarios públicos y agentes de seguridad que son investigados por recibir sobornos para hacer la vista gorda.

Al menos, eso fue lo que descubrió la justicia, en una causa abismal que investiga la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal N°2 de San Isidro, a

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