Necesitaba como el comer un triunfo a domicilio el Atlético, que esta temporada no había estrenado su casillero de victorias lejos del Metropolitano después de cuatro viajes en Liga y dos más en la Liga de Campeones. Los puntos como foráneo, fundamentales en la lucha entre los mejores del campeonato, lastraban hasta ahora las aspiraciones de un conjunto colchonero revitalizado por el primer éxito visitante del curso. Y qué triunfo, con un Betis aspirante a la zona Champions como rival y además convincente, sobre todo en una notable primera parte.

El cuadro rojiblanco se llevó un partido de altísimo nivel, impropio de un lunes, y lo hizo además con dos goles de bella factura, obra de Giuliano Simeone y Álex Baena para hacer justicia a la superioridad atlética sobre el césped de La Cartuja

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