Nueva "jugada maestra" de la factoría de ocurrencias de Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, el ínclito vecino de Waterloo. Tras un interminable memorial de agravios, una pesada colección de reproches y otras muestras de rencor no correspondido, el señor prófugo ha dicho que hasta aquí hemos llegado y que verdes las han segado.

Puigdemont, pues, ha decidido pasar a la irrelevancia y ha cancelado las periódicas visitas a la plácida Suiza donde negociaba con el hombre de la mirada melancólica, don José Luis Rodríguez Zapatero, sustituto de Santos Cerdán, quien, como se decía antes, pasa unos días en la sombra.

Entre pitos y flautas, en Junts esperan acaparar la atención durante toda la semana, pues tras la decisión de la ejecutiva de romper por unanimidad el acuerdo

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