Mercenarios ligados a la CIA intentaban sabotear sus propias embarcaciones frente a costas venezolanas. Según datos oficiales, se trata de una provocación militar desde Trinidad y Tobago, en coordinación con la agencia estadounidense, cuyo objetivo sería justificar una agresión contra Venezuela y aumentar la tensión en el Caribe. Este hecho se suma a una larga historia de intervenciones de Washington en Latinoamérica, marcada por múltiples acciones de injerencia política y militar.