La orden llegó sin aviso previo. No hubo sesiones del ayuntamiento, ni debate en el consejo municipal. Solo un comunicado de la Casa Blanca: “La seguridad nacional no espera a las elecciones locales.” En Los Ángeles, los guardias nacionales desplegados desde marzo ya no solo patrullan zonas de alto índice de homicidios. Ahora, según testigos, operan en barrios donde la violencia ha disminuido —pero donde la desconfianza crece.

El presidente Donald Trump lo dijo claro desde el portaaviones USS George Washington , en Yokosuka: “ Estamos enviando más que la Guardia Nacional .” Las palabras no fueron un desliz. Fueron una advertencia. Y en Washington, D.C., donde los militares ya están en las calles desde abril, los funcionarios locales aseguran que no recibieron ni una sola solicitu

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