La situación de Verónica Alcocer, quien hasta hace poco era considerada la Primera Dama de Colombia, se complica tras la inclusión de su nombre en la llamada Lista Clinton. El presidente Gustavo Petro reveló que está separado de Alcocer desde hace varios años, lo que contradice la percepción pública de su rol en la Casa de Nariño. A pesar de que Alcocer participaba en eventos oficiales, el presidente aclaró que no era parte de la agenda presidencial. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre su papel y las actividades que realizó en calidad de Primera Dama. El profesor Juan Carlos Portilla, experto en anticrimen financiero, ha presentado una denuncia ante la Fiscalía, alegando que Alcocer habría autorizado y recibido pagos por servicios de "cuidado de imagen" y asesorías que superan los mil millones de pesos. Según Portilla, estos pagos se habrían realizado utilizando recursos públicos destinados a otros fines. "Se alega la intervención de terceros proveedores y posibles sociedades interpuestas que habrían emitido facturas y contratos para justificar los desembolsos", indicó el profesor Portilla. La denuncia sugiere que Alcocer, a pesar de no tener un rol oficial, habría utilizado su posición para obtener beneficios económicos. La Fiscalía ha recibido la denuncia y ahora debe evaluar si procede abrir una investigación formal. Esta indagación no solo se centrará en Alcocer, sino también en los funcionarios que facilitaron la firma de contratos relacionados con su supuesta posición. "Estafa en favor de terceros: mediante artificios y simulaciones en la contratación y facturación se habría obtenido un provecho patrimonial en favor de la denunciada y de terceros intervinientes", explicó el denunciante. La situación plantea serias dudas sobre la gestión de recursos públicos y la transparencia en la administración del gobierno de Petro. La Fiscalía deberá determinar si existen irregularidades en la contratación y los gastos relacionados con el rol de Alcocer, que el presidente ha afirmado que nunca existió.