Por: Juanita Tovar Sandino

La noticia de la semana no solo remueve los cimientos de la Fiscalía, sino que deja al descubierto una de las fracturas más peligrosas en la estructura de la justicia colombiana: la corrupción desde adentro. La captura del hijo de una reconocida fiscal de Barranquilla, junto con una excoordinadora del CTI y un investigador, por presuntamente integrar una red que extorsionaba a investigados y, al parecer, traficaba con información reservada, no es un hecho aislado. Es el reflejo de una enfermedad que carcome silenciosamente las instituciones desde su propio corazón.

Según las investigaciones, esta red utilizó el poder del Estado como una herramienta de presión económica. No eran delincuentes comunes: eran funcionarios y familiares de quienes, paradójicamente, d

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