Florín y Lucía llevan más de cinco años viviendo en su casa, en el bloque de José Zamoray nº 2, en el barrio del Gancho. El próximo lunes 10 de noviembre podrían ser desahuciados junto a otras cuatro familias, después de que la Sareb —entidad financiera gestionada por el Gobierno— haya interpuesto una demanda para expulsarles del edificio.

Ambos firmaron sus contratos de alquiler con Segle Consulting, una empresa que quebró en 2024 tras la condena de su gerente, Eduardo Lacasta — fallecido el 3 de agosto de 2025 —, por un fraude de 45 millones de euros. Tras la quiebra, los pisos fueron adquiridos por la Sareb, que, según denuncian los vecinos, no ha querido reconocer los contratos previos.

Florín y Lucía aseguran que, después de años pagando su alquiler con normalidad, se encontraron de la noche a la mañana con que sus contratos dejaban de tener validez. Al conocer la noticia, contactaron con el Sindicato de Inquilinos de Zaragoza y se organizaron como Bloque en Lucha para intentar negociar con la entidad, pero la Sareb se ha negado a dialogar. “Estas son nuestras casas, y no vamos a parar hasta que tengamos contratos firmados”, afirma Florín.

El Sindicato de Inquilinos denuncia que los juzgados “han ignorado la normativa de suspensión de desahucios para personas vulnerables” y han fijado el lanzamiento de cinco viviendas del bloque para el lunes. Ante esta situación, el colectivo llama a acudir a la calle José Zamoray nº 2 el 10 de noviembre a las 9 de la mañana, bajo el lema 'Nos quedamos', para intentar frenar los desalojos y reclamar nuevos contratos para todos los vecinos.

Desde el sindicato señalan al Ejecutivo de PSOE y Sumar como responsable de la situación. “Es una vergüenza que el Gobierno se llene la boca con el derecho a la vivienda y después lleve a cabo desalojos masivos a través de una entidad pública”, critican. Recuerdan que el caso de Zamoray no es una excepción: “En marzo tuvimos que paralizar 14 desahucios de la entidad, que quería vaciar dos bloques enteros en el barrio del Oliver, y la semana que viene el Sindicato de Carabanchel en Madrid se enfrenta también a otros cinco desahucios de Sareb. Además, esto es solo una pequeña parte del total, porque realizan continuamente desahucios silenciosos si el movimiento de vivienda no está ahí para responder”.

Creada tras la crisis de 2008 para absorber los inmuebles procedentes de ejecuciones hipotecarias, la Sareb nació con la promesa de dar un uso social a parte de su parque de vivienda. El Sindicato de Inquilinas sostiene que esas promesas se han incumplido y hace un llamamiento a organizarse: “Solos no podemos hacer frente al negocio de la vivienda, pero con el sindicato podemos plantar cara. Vamos a luchar hasta que el derecho a la vivienda sea verdaderamente universal”.

Este periódico ha intentado obtener la versión de la Sareb, pero aún no ha sido posible.