El circuito parece sacado del sueño de un ingeniero megalómano:

Una duna gigantesca bajo techo.

Una piscina de 70 metros para coches, no para humanos.

Un trazado de asfalto impecable y anchísimo.

Una gymkana off road con desniveles, cuestas, grava...

BYD lo ha llamado Racing Track , hemos ido a Zhengzhou a verlo (y probarlo), y es mucho más que un circuito: es una declaración de intenciones por parte de su fabricante, y una señal no-tan-sutil del rol que quiere ocupar. No en China, sino en el mundo.

Es apretar músculo de forma permanente , es tirar el guante a Europa y Estados Unidos para ver si le siguen el ritmo. Y para nosotros, es la llave para entender cómo este fabricante ha pasado de fenómeno local a líder mundial en un lustro.

La duna del U8

La duna interior es el org

See Full Page