El sonido del uniforme al ajustarse en la madrugada ya no significa solamente el inicio de una jornada más. Para los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), representa un salto diario al vacío. Una ruleta rusa en la que el deber pesa tanto como el miedo. El asesinato de sus compañeros, la amenaza […]

See Full Page