Latinoamérica no solo está sometida a una multiplicidad de problemas sociales, económicos y políticos. Sus discusiones también giran sobre los cambios y mutaciones constitucionales. Para unos países, las soluciones son reformas legales y constitucionales profundas, para otros se requieren nuevas constituciones.

Por eso cada cierto tiempo, los países pretenden resolver sus asuntos con nuevos acuerdos políticos atados a modificaciones constitucionales. Durante el siglo XIX, las constituciones eran cartas de batalla. Se ganaba una guerra y se imponía una constitución. De ese mundo se recuerdan las constituciones de México de 1824 y 1857; de Colombia de 1821, 1832, 1843, 1853, 1858, 1863 y 1886; de Argentina de 1853; de Ecuador de 1830, 1835, 1843, 1845, 1851, 1861, 1869, 1878, 1884 y 1897; V

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