Cuatro años después de haber sido forzadas a abandonar su país tras el regreso de los talibanes al poder, las futbolistas afganas están a punto de lograr lo que parecía imposible: volver a representar a Afganistán en el campo de juego bajo su propio nombre y bandera.

Desde 2021, cuando el régimen talibán prohibió la participación de mujeres en el deporte, decenas de jugadoras se dispersaron por todo el mundo , refugiándose en países como Australia, Canadá y Reino Unido. Pese a las dificultades del exilio, nunca abandonaron su sueño de mantener viva la selección femenina de Afganistán.

Con el apoyo de federaciones internacionales, organizaciones de derechos humanos y exjugadoras, las afganas han continuado entrenando y compitiendo bajo el nombre de su país , aunque sin reconocimie

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