En la canción de los años setenta El jardín prohibido , el italiano Sandro Giacobbe decía a su novia o mujer que estaba triste porque se había acostado con su mejor amiga y disfrutado de lo lindo, pero que no volvería a hacerlo más. Y como excusa para pedirle perdón no encontraba otra mejor que “la vida es así, no la he inventado yo”. Medio siglo después, es el equivalente de lo que Keir Starmer y su ministra de Economía, Rachel Reeves, cuentan a los británicos para justificar una subida histórica de impuestos: lo siento, el mundo es así, no lo he inventado yo...

El último sondeo sitúa al Labour cuarto en intención de voto, por detrás de Farage, los liberales y los Verdes

El Labour hizo campaña prometiendo un crecimiento económico gracias al cual no haría falta aumentar la carga fiscal

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