La bajada de las temperaturas trae consigo los olores propios de los meses de otoño e invierno. El aire ya huele al carbón de las chimeneas que se encienden por primera vez, preparándolas para los meses de frío más inclementes. Y, en pequeñas y grandes urbes, el olor a castañas viste a las calles casi tanto como cualquiera de los adornos que comienzan a instalarse en plazas y avenidas. Este fruto, que se encuentra en plena temporada, se suele comer asado, envuelto en su tradicional cucurucho de papel. Con un sabor intenso, característico y algo dulce, suele protagonizar los paseos invernales. Pero algunas regiones de España, como Galicia, han sabido sacar todo el potencial de la castaña. No solo las consumen asadas, también han sabido incorporarlas en numerosos platos de cuchara, recetas al horno o en deliciosos postres. Uno de los más singulares es la bica de castañas, un bizcocho tierno, esponjoso y algo mantecoso.
Se trata del acompañante perfecto para un buen café o un chocolate caliente, el postre ideal para una buena sobremesa, que aguantará hasta una semana a temperatura ambiente sin que se seque. Es por ello que, si vives solo o si sois pocos en casa, puedes seguir preparando este postre, que podrás consumir a lo largo de los días.
Se hace en toda la comunidad autónoma, aunque en Ourense son especialmente conocidas. En cada provincia suelen prepararse varias variaciones de este postre, con recetas familiares que se transmiten de generación en generación, como la bica blanca de Laza, que va viuda de harina de castañas.
La bica tradicional se prepara con harina de castañas, con ventajas notables sobre la harina de trigo. Entre ellas, carece por lo general de gluten, aunque recomendamos que revises el etiquetado cuando la adquieras, por si hubiera sido mezclada con otros tipos de harinas. Tiene un olor característico a castaña seca, un color marfil, y un suave olor a castaña seca. Otro punto positivo de la harina de castañas es que está disponible todo el año en comercios especializados. Sin duda, este ingrediente es indispensable para que la bica obtenga su aroma característico y su textura densa pero suave.
Cómo preparar la bica de castañas

Para elaborar una deliciosa bica de castañas, solo vas a necesitar un horno y preferiblemente una varilla eléctrica, ya que vas a montar claras de huevo. En el caso de carecer de este pequeño electrodoméstico, puedes valerte de paciencia, una varilla manual y la fuerza de tus brazos. Pero lo más importante es que cuentes con ingredientes de buena calidad, como unos buenos huevos frescos o una nata para montar generosa en materia grasa (con un mínimo de un 35%):
- Ocho claras de huevo: puedes comprarlas pasteurizadas. Si ese es el caso, ten en cuenta que cada clara debe tener un peso individual de unos 30 gramos, por lo que tendrán que pesar un total de unos 240 gramos de clara pasteurizada. También puedes adquirirla de ocho huevos frescos, tamaño M, aunque deberás decidir qué hacer con las yemas de huevo restantes.
- 250 gramos de harina de castañas
- 100 gramos de harina de trigo
- 400 gramos de azúcar blanco
- 350 mililitros de nata para montar
- 40 gramos de azúcar para cobertura
Como puedes observar, la bica de castañas carece de cualquier tipo de impulsor. Se prepara sin levadura química, lo que libra a este bizcocho del sabor ligeramente ácido que este ingrediente puede dejar en los postres. Para levar en el horno se vale de las claras de huevo y de la nata, que se montan antes de incorporarlas a los ingredientes secos. Para preparar una bica de castañas, solo tendrás que seguir estos pasos:
- Reserva las claras en la nevera antes de comenzar a preparar este postre, para que sean más fáciles de montar. También, con el mismo fin, guarda en el frigorífico las varillas y los cuencos que vas a utilizar para montar las claras y la nata
- En otro bol, tamiza y mezcla las harinas de castaña y de trigo
- Con la ayuda de unas varillas eléctricas o a mano, monta las claras de huevo hasta que estén a punto de nieve. Sabrás que han llegado a este punto si, al intentar darle la vuelta al bol, no se mueven
- Incorpora poco a poco el azúcar a las claras de huevo, para evitar que pierda el aire
- Semimonta la nata, debe quedar con aire, aunque no es preciso que la montes del todo. Añade poco a poco el resto del azúcar
- Añade pequeñas cantidades de la mezcla de harinas a las claras montadas, incorporando los ingredientes con movimientos envolventes. Recomendamos utilices una lengua de repostería para este paso. Cuando hayas usado dos tercios de las harinas, puedes añadir la nata. Finalmente, añade en pequeñas cantidades el resto de la harina. Sé cuidadoso con la masa en este paso, puesto que el aire que adquiera es el que hará que leve el bizcocho
- Precalienta el horno a 180 grados
- Vuelca la mezcla en un molde con papel de horno y cubre su superficie de una cantidad generosa de azúcar y canela
- Hornea durante 50 minutos o hasta que, al pinchar con un palito, este salga seco
- Saca la bica del horno y déjala atemperar unos minutos. Después, retírale el papel de horno
Si quieres preparar una bica blanca de Laza, sustituye las harinas por 350 gramos de harina de trigo y sigue los mismos pasos de la receta. De esta forma, podrás preparar este postre más a menudo, sin depender de la disponibilidad de la harina de castañas.

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