El presidente de la BBC, Samir Shah, pidió disculpas este lunes por un reportaje emitido hace más de un año sobre Donald Trump que incluía un segmento editado sobre el asalto al Capitolio y que ha sido una de las causas de la dimisión sorpresiva e inédita de los principales líderes de la radiotelevisión pública británica. Pero Shah defendió el respeto a la imparcialidad de la cadena después de un informe interno de un ex asesor de estándares que el presidente definió como “una descripción personal” que no refleja “la foto completa” de la cobertura de la BBC.

Ante las preguntas de la comisión parlamentaria de Cultura por un informe interno sobre este reportaje y otros supuestos sesgos de la BBC a favor de Palestina y los derechos trans, Shah dijo que los responsables del programa sobre Trump habían cometido “un error de juicio” y que sobre los otros asuntos había un análisis interno como ante cualquier otra queja que recibe la BBC.

La radiotelevisión pública, una institución clave para la vida pública en el Reino Unido, está en un momento de crisis por la renuncia de Tim Davie, el director general y responsable último de la línea editorial, y de la consejera delegada de informativos, Deborah Turness.

El programa Panorama emitió una semana antes de las elecciones presidenciales de 2024 un reportaje sobre cómo Trump había vuelto a la primera línea tras el asalto al Capitolio que provocó el segundo impeachment , dos procesos judiciales y una comisión de investigación del Congreso. En un segmento, el programa unió dos frases del discurso de Trump el 6 de enero de 2021 junto al Capitolio mientras su entonces vicepresidente, Mike Pence, se disponía a presidir la sesión para certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, que ganó Joe Biden. La BBC puso de manera consecutiva la frase “vamos a caminar al Capitolio” y la que el presidente pronunció en otro momento después de “estaré ahí con vosotros, y lucharemos, lucharemos con todas nuestras fuerzas”. 

Un informe interno de Michael Prescott, un antiguo periodista político del Sunday Times y que hasta junio fue asesor independiente para estándares de la BBC, se quejó hace unos meses que el programa hizo una edición “engañosa”. Prescott añadía en su carta, publicada ahora por el diario conservador The Telegraph , que Trump no había sido acusado de “incitar” el intento de golpe de Estado en la acusación federal contra él, que fue abandonada por su victoria electoral hace un año. 

Sin embargo, en diciembre de 2022, la comisión de investigación del Congreso de Estados Unidos sí culpó a Trump de haber provocado el asalto en un “plan múltiple” para anular los resultados de las elecciones de 2020.

Trump acusó este domingo a los periodistas de la BBC de “corruptos”. Un portavoz del Gobierno de Keir Starmer defendió este lunes a la cadena y aseguró que ni los periodistas podían ser descritos de esta manera ni la radiotelevisión pública tiene “un sesgo institucional” aunque cometa errores. “Es importante que la BBC actúe para mantener la confianza y corrija los errores rápidamente cuando ocurren”, dijo un portavoz del Gobierno, que, respetando la autonomía del medio público, quiere mantenerse al margen de la polémica.

El código de la BBC

La BBC tiene un código de conducta editorial muy detallado dedicado en particular a cumplir con su misión de información e imparcialidad. La BBC también tiene garantizada su autonomía de acción respecto al Gobierno y responde a una consejo independiente, a las preguntas del Parlamento y sobre todo al público, que tiene un mecanismo oficial de queja y que financia directamente la radiotelevisión pública a través de un canon. La cifra de ese canon e incluso su existencia sí depende del Parlamento. El estatuto de la BBC y su forma de financiación caducan en 2027.

La separación entre información y opinión está muy delimitada, pero esa división no estaba tan clara hasta ahora para programas de entretenimiento y ha causado bronca en particular por opiniones en redes sociales y columnas de opinión de algunos presentadores. Una de las polémicas más agrias de los últimos años ha sido sobre el presentador deportivo y ex futbolista Gary Lineker por sus tuits en 2023 contra la entonces ministra del Interior del Gobierno conservador por sus medidas contra refugiados. Lineker dejó la BBC esta primavera después de nuevas polémicas por sus opiniones sobre la guerra de Gaza. 

El informe de Prescott, el asesor, también se quejaba en particular de la cobertura de la guerra en la división en árabe de la BBC por “minimizar el sufrimiento israelí”. La BBC es uno de los pocos medios del mundo que ha logrado mantener colaboradores en Gaza. Su cobertura ha sido uno de los puntos en el centro de la polémica, desde por las palabras utilizadas -evita “genocidio” o “terrorismo” si no es boca de organizaciones y expertos- hasta por la presentación de las fuentes -en particular, por un programa en el que el protagonista era hijo de un líder de Hamás.

Las quejas formales que ha recibido del público están divididas casi por igual entre espectadores que se quejan de un sesgo propalestinos y quienes se quejan de un sesgo proisraelí. Los informes internos y externos ofrecen conclusiones contradictorias y que dependen de los ejemplos de la televisión y la radio que se tomen. Sobre las palabras, la BBC ha recibido quejas por el hecho de que sus periodistas no hablaran de “genocidio” sin citar a fuentes igual que por no llamar “terrorista” a Hamás. 

Este verano, la penúltima polémica fue en verano sobre el festival de música Glastonbury, donde varios raperos atacaron a la BBC, que ofrecía en directo los conciertos, y al ejército israelí. Tras las quejas, la BBC quitó los conciertos del archivo de su plataforma digital. 

La BBC siempre ha estado bajo escrutinio, pero ahora son especialmente constantes las críticas de medios conservadores y de las voces de extrema derecha promocionadas en X por Elon Musk , que tiene una especial obsesión con la política británica. 

David Yelland, antiguo editor del conservador The Sun y ahora presentador de podcast en la BBC, se quejaba este lunes de la existencia de una campaña contra la BBC, también a través de sus asesores independientes. “Ha sido un golpe, y peor que eso, fue un trabajo desde dentro”, dijo durante una entrevista en el matinal de radio de BBC4. “Ha habido gente dentro de la BBC, muy cercana al consejo… que han dinamitado de manera sistemática a Tim Davie y a sus equipo”.