El presidente Donald Trump ha vuelto a abordar la crisis del sistema de salud estadounidense, prometiendo una solución inminente. Durante una reciente conferencia, Trump afirmó: “Les digo que vamos a trabajar arduamente en ello durante el próximo período de tiempo, para que la gente reciba el dinero”. Esta declaración se refiere a los estadounidenses que enfrentan dificultades debido al vencimiento de los subsidios ampliados de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA).

Trump mencionó que se están considerando “billones y billones de dólares” para ayudar a los asegurados afectados, aunque no proporcionó detalles concretos sobre cómo se implementaría esta ayuda. Su respuesta ha sido vista como una evasiva típica en situaciones complicadas, especialmente en el contexto del cierre del gobierno, que parece estar llegando a su fin sin que los demócratas hayan logrado extender los subsidios de Obamacare.

La atención médica se ha convertido en un tema central para Trump y los republicanos, ya que millones de ciudadanos se ven afectados por el aumento de las primas y los altos deducibles en medio de una crisis del costo de vida. Sin embargo, Trump no ha presentado un plan integral para abordar las necesidades de aquellos que no tienen cobertura médica o que no pueden costear sus planes actuales.

La falta de claridad en las propuestas de Trump no es nueva. Durante su primer mandato, hizo promesas sobre la reforma sanitaria que no se materializaron. En 2016, prometió derogar Obamacare y reemplazarlo con un sistema “magnífico”, pero hasta ahora, la ley de 2010 sigue vigente a pesar de los intentos republicanos de derogarla. En marzo de 2017, Trump aseguró que la reforma sanitaria estaba avanzando, pero el fracaso del Partido Republicano en encontrar una alternativa ha dejado a muchos estadounidenses sin soluciones.

La situación se complica aún más dentro del Partido Republicano, donde las divisiones sobre la atención médica están aumentando. La representante Marjorie Taylor Greene, una de las defensoras más acérrimas de Trump, criticó a su propio partido por no ofrecer un plan para ayudar a los estadounidenses a enfrentar el aumento de las primas de seguro médico. Greene expresó su frustración en redes sociales, afirmando: “¡Ni un solo republicano en la dirigencia nos habló de esto ni nos ha dado un plan para ayudar a los estadounidenses a afrontar la DUPLICACIÓN de sus primas de seguro médico!”.

La tensión entre Trump y Greene se ha intensificado, con el presidente comentando: “No sé qué le pasó a Marjorie. Es una buena mujer, pero no sé qué le pasó”. Greene, por su parte, defendió su postura, afirmando: “¡Para mí, Estados Unidos es lo primero y lo único!”.

Mientras tanto, un grupo de republicanos de la Cámara de Representantes ha instado a su liderazgo a abordar la crisis de los subsidios de la ACA. El líder republicano del Senado, John Thune, ha accedido a someter a votación la extensión de estos subsidios en diciembre, aunque las posibilidades de que se apruebe un proyecto de ley redactado por los demócratas son escasas. Esta votación podría tener implicaciones políticas significativas para los senadores republicanos en el futuro.