La Real Federación Española de Fútbol informó de la decisión de liberar a Lamine Yamal después de que el jugador se sometiera a un tratamiento de radiofrecuencia en el pubis el lunes 10 de noviembre por la mañana, el mismo día del inicio de la concentración oficial. La RFEF recibió un informe sobre el procedimiento pasadas las 22:40 horas , en el que se recomendaba un reposo de 7 a 10 días .

Comunicado duro contra el Barça

Aunque sin mencionar directamente al FC Barcelona , el comunicado de la Federación deja entrever su malestar:

“Los Servicios Médicos de la RFEF desean expresar su sorpresa y malestar (...) ante esta situación, y priorizando en todo momento la salud, seguridad y bienestar del jugador, la RFEF ha tomado la decisión de liberar al deportista de la presente convocatoria.”

Este hecho se suma a anteriores episodios de tensión entre la Federación y el club culé , donde ya existían diferencias sobre la gestión del futbolista.

Relación rota entre Barça y selección

El conflicto no es nuevo. Ya en septiembre, el entrenador Xavi Hernández y el seleccionador Luis de la Fuente discreparon sobre la carga de minutos del joven extremo. Incluso el técnico alemán Hansi Flick , cuando aún estaba en el banquillo del Barça , criticó públicamente a la selección española por no proteger suficientemente al futbolista.

Con este último episodio, las relaciones entre ambas instituciones se tensan aún más, con Lamine Yamal como el afectado directo.

El jugador, en medio del fuego cruzado

Lamine Yamal no participó en la anterior convocatoria por problemas físicos. Había sido citado para estos dos partidos clave rumbo al Mundial , tras jugar sin aparentes problemas con su club. Sin embargo, la decisión del Barça de aplicar un tratamiento invasivo, aun con fines terapéuticos, sin coordinar con la RFEF , impide que pueda vestir la camiseta nacional.

Reacciones y consecuencias

En la Federación , no se entiende que se haya tomado una decisión médica de este tipo sin consultar al cuerpo médico del combinado nacional, sabiendo que impediría la participación del futbolista. El caso no solo reabre viejas heridas, sino que podría tener consecuencias futuras para la gestión de convocatorias en jugadores clave de clubes grandes.

La desconvocatoria de Lamine Yamal vuelve a evidenciar la fragilidad en la relación entre el FC Barcelona y la RFEF , con intereses contrapuestos en la gestión del estado físico de una de las mayores promesas del fútbol español. El jugador, una vez más, queda atrapado en una disputa institucional donde la comunicación ha fallado, y la desconfianza se profundiza.