Un reciente atentado terrorista en Tunja, Boyacá, dirigido contra una base militar, ha puesto de manifiesto el resurgimiento del poder de los grupos criminales en Colombia. Según el Consejo de Generales retirados del Ejército, esta situación se ha intensificado durante el Gobierno de Gustavo Petro.

El general en retiro Jorge Mora, presidente del Consejo, afirmó que nunca antes se había visto un acercamiento tan audaz de la guerrilla del ELN a la capital del país. "Ni en las épocas más dolorosas que ha vivido Colombia en esta guerra de más de sesenta años, habíamos vivido esto. Tunja, la cuna de la independencia, nunca había sufrido este tipo de situaciones", expresó Mora.

El general también destacó que los recientes ataques a batallones, el secuestro de militares y el fortalecimiento de los grupos criminales reflejan un debilitamiento de la inteligencia del Estado, tanto en la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) como en la inteligencia militar. "Esto significa que el terrorismo ya perdió el respeto por la institucionalidad, inclusive por la fuerza pública", añadió.

El coronel retirado Whalter Pinzón, excomandante de la Unidad Antiterrorismo de la Policía, coincidió en que hay un debilitamiento en la inteligencia de la fuerza pública. "No es un secreto que existe un debilitamiento en la inteligencia. Para manejar las fuentes se requiere de recursos y esos recursos han disminuido a través del tiempo por estos diálogos y por las concesiones que se han dado", comentó.

Pinzón también mencionó la rotación de oficiales y la disminución de recursos en las unidades como factores que agravan la situación.

Por su parte, el profesor Jairo Libreros, experto en seguridad y defensa nacional de la Universidad Externado, advirtió que el ELN está enviando un mensaje claro al acercarse a Bogotá. "Esto no quiere decir que el ELN no tenga presencia en Bogotá, sino que tienen las capacidades operacionales necesarias para evitar la capacidad de anticipación del estado colombiano", concluyó Libreros.

La situación actual plantea serios desafíos para la seguridad en Colombia, donde la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado sigue siendo una prioridad. Las autoridades deberán evaluar y reforzar sus estrategias para enfrentar esta creciente amenaza.