Por Itzel Chan

M ÉRIDA, MX.— La apertura del viaducto elevado de Progreso, anunciada para este lunes con la presencia del gobernador Joaquín Díaz Mena, fue pospuesta sin nueva fecha definida, generando molestia entre vecinas y vecinos que desde hace meses exigen que el transporte de carga deje de circular por las calles del puerto.

Habitantes de las calles 25, 46 y 86, principales vías afectadas por el tránsito pesado hacia la terminal remota, manifestaron su frustración por el aplazamiento y temen que los tráileres continúen indefinidamente atravesando zonas habitacionales. En los últimos meses, las vibraciones, el ruido constante y los daños al pavimento han alimentado una tensión vecinal que se mantiene viva pese a los compromisos oficiales.

Según una notificación de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) Progreso, la obra entró en fase de pruebas preoperativas para revisar sistemas de control, señalización y seguridad antes de su apertura definitiva. El documento aclara que el libramiento será de uso exclusivo para vehículos de carga con cita electrónica (DEC) registrada en la plataforma Puerto Inteligente y Seguro.

Sin embargo, versiones extraoficiales indican que las autoridades aún mantienen negociaciones sobre las tarifas de uso con los transportistas y la empresa concesionaria Operaciones Autovía Libramiento Progreso S.A. de C.V., lo que habría retrasado la inauguración. Ni el Gobierno del Estado, ni la Asipona, ni la concesionaria han emitido hasta ahora un comunicado oficial sobre la nueva fecha de apertura.

Los residentes, que han protagonizado bloqueos y protestas durante los últimos meses, afirman que seguirán movilizándose hasta que el tránsito pesado sea desviado definitivamente al viaducto para el que fue construido. “Solo queremos recuperar nuestras calles y vivir tranquilos otra vez”, expresaron algunos vecinos, recordando que el ruido de los tráileres y el riesgo para peatones se han vuelto parte de su vida diaria desde 2024. ( Noticaribe )