El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) ha implementado un plan integral para fortalecer la seguridad en las cárceles del país. La estrategia incluye la renovación de directores y jefaturas regionales, junto con operativos sistemáticos de requisas y traslados de internos considerados de alta peligrosidad. Las medidas buscan recuperar la autoridad interna y limitar el ingreso de objetos y sustancias prohibidas.

Durante los últimos meses, la institución también abrió investigaciones a trabajadores por presuntos actos de corrupción, incrementó los controles de visitas y reforzó la rotación de personal de seguridad. Estas acciones se enmarcan en un esfuerzo por reducir la influencia de organizaciones criminales dentro de los penales y mejorar la seguridad tanto de los internos como d

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