Después de más de un mes de parálisis gubernamental, los demócratas salieron debilitados de la prolongada batalla política que mantuvo cerrado el gobierno federal durante 40 días. Pese a los buenos resultados obtenidos en las elecciones extraordinarias de Virginia, Nueva Jersey y Nueva York, la celebración en las filas demócratas duró poco: siete senadores del partido, junto a un independiente aliado, rompieron filas y se unieron a los republicanos para aprobar un proyecto de ley temporal que reabre el gobierno hasta el 30 de enero.

El acuerdo, ya aprobado por el Senado, garantiza la reincorporación de los empleados despedidos y el pago retroactivo de sus salarios, pero deja fuera la principal exigencia demócrata: la extensión de los créditos fiscales para atención médica que expiran a fi

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