Dos meses después de que 300 ciudadanos surcoreanos fueran detenidos y abandonaran Estados Unidos tras una redada migratoria en la planta de fabricación de vehículos eléctricos de Hyundai en Georgia, algunos de esos trabajadores han regresado a Estados Unidos para retomar sus puestos de trabajo, según informó su empleador el jueves.

La redada de septiembre paralizó las obras de una planta de baterías en construcción en el extenso complejo cerca de Savannah, donde Hyundai Motor Group comenzó a producir vehículos eléctricos el año pasado. La mayoría de los 475 trabajadores detenidos eran ciudadanos surcoreanos. Funcionarios de inmigración estadounidenses indicaron que ingresaron a Estados Unidos con visas vencidas o con exenciones de visa que les prohibían trabajar.

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