La decisión del alcalde Carlos Fernando Galán de imponer, desde 2026, pico y placa dos sábados al mes para los vehículos no matriculados en Bogotá abrió un nuevo frente de debate entre la capital y los municipios de la Sabana, así como entre expertos y concejales que analizan si el anuncio apunta verdaderamente a mejorar la movilidad o si se convierte en un mecanismo de recaudo encubierto.

La medida —acompañada del aumento del cobro del pico y placa solidario para estos vehículos, que pasaría del 20 % al 50 %— busca incentivar que los propietarios registren sus carros en la ciudad y compensar, según explicó el Distrito, el alto flujo de automotores que circulan a diario sin tributar en Bogotá. Sin embargo, el anuncio generó molestia inmediata en alcaldes vecinos, quienes reclaman la ause

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