Las polémicas sobre libros suelen parecer debates superados, pero la sanción de Indecopi al colegio Franklin Delano Roosevelt reabrió la discusión. La entidad ordenó suspender el préstamo de 21 títulos de su biblioteca de secundaria y crear un comité con padres para nuevas adquisiciones. Aunque lo presentó como un asunto de “protección al consumidor”, la medida marca un retroceso en la libertad de leer y sugiere que el Estado considera ciertos temas “riesgosos” para adolescentes, incluso si provienen de obras premiadas o influyentes.

La biblioteca del Roosevelt, una de las más grandes del sistema escolar peruano, no se rige por la malla curricular, sino por el fomento del hábito lector. Su catálogo para secundaria incluye narrativa contemporánea, clásicos, distopías y novelas gráfic

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