Bruselas pone la lupa en las marcas de coches chinas y estudia cancelar las ayudas públicas para la instalación de nuevas fábricas en Europa. El próximo 10 de diciembre de 2025, la Comisión Europea (CE) publicará un nuevo paquete normativo que puede marcar un punto de inflexión en la industria del automóvil para responder a los desafíos estructurales que afectan a la competitividad del sector. Un paquete en el que se prevé incluir esta norma para regular el desembarco de los fabricantes automovilísticos procedentes de China en el Viejo Continente, tal y como ha podido saber OKDIARIO .

En concreto, el organismo presidido por Ursula von der Leyen prepara una nueva norma con la que condicionará la concesión de ayudas públicas y ventajas regulatorias a las inversiones productivas chinas para que estas tengan un impacto real en la economía europea.

Esto se debe a que muchas marcas de coche con sede en China están apostando por la producción en Europa, pero sólo a través del ensamblaje de módulos SKD . Un método de fabricación en el que un producto se envía parcialmente desmontado para que sea ensamblado en el país de destino. Es decir, producir a medias, utilizando las ventajas fiscales y las ayudas públicas, en instalaciones más pequeñas o con menos trabajadores que una fábrica europea. Y lo más importante, evitar los aranceles de Bruselas al envió de vehículos eléctricos a Europa procedentes de China.

Ayudas a las marcas chinas

Tal y como ha podido saber este diario, los nuevos requisitos de Bruselas para la concesión de beneficios fiscales y ayudas públicas para la construcción de instalaciones en Europa podrían ser que la producción no se limite al ensamblaje con módulos de CKD . Un método de fabricación en el que un producto se envía totalmente desarmado, pieza por pieza, para ser fabricado y ensamblado por completo en el país de destino.

Transferencia tecnológica, empleo local de calidad y contenido local mínimo de hasta el 50% en la cadena de valor podrían ser otra de las condiciones que Bruselas baraja incluir en el citado paquete, previsto para el próximo 10 de diciembre.

¿El fin de la combustión para 2035?

Además de esta medida, se espera que el paquete haga referencia, también, a cuestiones relacionadas con los objetivos de emisiones de CO2 previstos para 2035. Año en el que la Unión Europea (UE) fija que los nuevos turismos y furgonetas no deben emitir más de 0 g de CO₂ por kilómetro. Esto significa una reducción del 100% respecto a los niveles de referencia, en otras palabras, todos los coches nuevos que se vendan deberían ser de emisiones cero y eléctricos.

Una medidas que la patronal de los fabricantes automovilísticos europeos ha pedido que se revise para evitar dañar la competitividad de la industria europea, ya que la demanda en los distintos mercados -en especial en España- no está adaptada a las exigencias en términos de emisiones de CO2 de Bruselas. Tanto es así que, el sector amenaza con cierre de plantas y despidos en caso de que la CE no desregule.