El clima positivo en el mercado financiero argentino se ha mantenido durante las últimas cuatro semanas, marcando una notable "pax cambiaria". Desde el 27 de octubre, las cotizaciones han operado por debajo del techo de las bandas de flotación sin intervención oficial, lo que ha contribuido a la estabilización del mercado de cambios. Este cambio se produce tras un periodo de estrés en las reservas, que se intensificó en septiembre y octubre, cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) realizó ventas masivas de divisas.
En septiembre, el BCRA vendió USD 1.110 millones entre el 17 y el 19, seguido de intervenciones del Tesoro y un rescate del gobierno estadounidense, que sumaron aproximadamente USD 2.000 millones. Sin embargo, la situación ha mejorado, y los analistas observan un entorno más tranquilo en los mercados financieros, con un aumento del 50% en el valor del dólar en un mes. Este cambio se ha visto impulsado por el ingreso de divisas a través de emisiones de Obligaciones Negociables (ON) empresariales.
El gobierno argentino ha tomado medidas estratégicas, como adelantar negociaciones para un acuerdo comercial con Estados Unidos, lo que ha sido favorecido por la relación entre los presidentes Javier Milei y Donald Trump. Se espera que los detalles de este acuerdo se revelen pronto, lo que permitirá evaluar su impacto real en la economía.
Los analistas destacan varios factores que podrían fortalecer la estabilidad del dólar en los próximos meses. Primero, el respaldo electoral al gobierno proporciona una base sólida para las decisiones del Ministerio de Economía y el BCRA en materia cambiaria y monetaria. Segundo, las emisiones de deuda corporativa y sub-soberana han inyectado alrededor de USD 4.000 millones en noviembre, lo que representa el 10% de las reservas internacionales brutas.
Además, la renovación de vencimientos de deuda con nuevas ON, que ofrecen tasas cercanas al 8% anual, podría permitir al Tesoro nacional regresar a los mercados internacionales de deuda por primera vez desde 2018. Esto, junto con un contexto externo más favorable para los precios de la soja y el trigo, podría generar un impacto positivo en el balance comercial y la cuenta financiera, apoyando al peso argentino.
Max Capital ha señalado que, a pesar del contexto favorable, el ritmo de compras de divisas no ha aumentado significativamente. El gobierno ha indicado que la meta de diciembre con el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluye compras de dólares para afrontar pagos de deuda en enero, que ahora se realizarán con financiamiento externo. Se prevé que el gobierno utilice el swap de monedas con Estados Unidos para estos pagos.
El Tesoro ha comenzado un proceso de recompra de divisas, acumulando aproximadamente USD 950 millones hasta el 14 de noviembre, destinados principalmente a cancelaciones con organismos internacionales. Sin embargo, los depósitos en dólares en el BCRA no han aumentado en la misma medida debido a los pagos en efectivo de vencimientos.
El mercado se encuentra en una fase de transición, donde el Tesoro ha pasado de vender a comprar dólares, mientras se aflojan las restricciones y se reabre el financiamiento externo. La dinámica de tasas de interés, liquidez e índice de riesgo país está en proceso de reacomodarse, y el mercado de futuros ha validado la continuidad del esquema de bandas de flotación cambiaria.
En resumen, la reciente victoria oficialista ha reconfigurado el mapa político y ha reducido el riesgo percibido por el mercado. Aunque se ha observado un alivio cambiario y una mejora en los bonos, el desafío ahora es mantener la paz financiera mientras se implementan reformas y se acumulan reservas. La atención se centra en la capacidad del gobierno para gestionar la demanda de dinero y asegurar la estabilidad económica en el futuro.

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