La confianza en el gobierno de Javier Milei ha experimentado un notable aumento del 17,5% en noviembre de 2025, según el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) elaborado por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella. Este incremento se produce en un contexto de recuperación tras las caídas observadas en agosto y septiembre, situando el índice en su nivel más alto desde febrero de este año, con un valor de 2,47 puntos.

El relevamiento, realizado entre el 3 y el 14 de noviembre, refleja el clima de opinión pública tras las elecciones de octubre, donde La Libertad Avanza se consolidó como la fuerza más votada. Comparando con años anteriores, el índice actual es un 16,8% inferior al de noviembre de 2017, durante la presidencia de Mauricio Macri, pero un 69,8% superior al de noviembre de 2021, bajo el gobierno de Alberto Fernández.

El promedio del ICG durante la gestión de Milei se sitúa en 2,44, superando los promedios de las administraciones anteriores. La mejora en noviembre se ha visto reflejada en todos los subíndices que componen el ICG. La capacidad para resolver problemas lidera con 2,93 puntos, seguida de la honestidad de los funcionarios con 2,81 puntos. La eficiencia en la administración del gasto público se sitúa en 2,32 puntos, mientras que la evaluación general del gobierno alcanza 2,26 puntos y la preocupación por el interés general llega a 2,02 puntos.

El informe destaca un cambio en la jerarquía de los subíndices, donde la capacidad ha superado a la honestidad, aunque ambos siguen siendo los mejor valorados. En cuanto a las diferencias entre grupos sociales, el ICG es más alto entre los hombres que entre las mujeres, y entre los jóvenes de 18 a 29 años y los mayores de 50 años, en comparación con el segmento de 30 a 49 años.

Geográficamente, el interior del país mantiene el nivel más alto de confianza, pero el Gran Buenos Aires ha superado a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En términos de educación, quienes tienen un nivel terciario o universitario presentan el índice más alto, mientras que el grupo con nivel primario es el único que ha retrocedido.

La experiencia de victimización también influye en la confianza, con un ICG más alto entre quienes no han sido víctimas de delitos. Las expectativas económicas son un factor determinante, ya que quienes creen que la situación mejorará en un año presentan un ICG significativamente más alto. El estudio se realizó sobre una muestra aleatoria de 1.008 casos en 40 localidades del país, con un margen de error de ±0,06 y un intervalo de confianza del 95%.