Entre enero y septiembre, el flujo de remesas que llegan a México, en su mayoría desde Estados Unidos, registró una caída anual de 5 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales del Banco de México (Banxico). El retroceso contrasta con el dinamismo observado en los últimos años y ha abierto espacio a distintas interpretaciones sobre sus causas.

Analistas del sector financiero entrevistados por este medio descartan que la baja esté relacionada con un supuesto subregistro de los nuevos participantes digitales que operan en el sistema financiero.

Explican que cualquier transferencia que entra al país por vías formales –bancos, fintechs o empresas especializadas– queda registrada automáticamente en la balanza de pagos del banco central.

Los especialistas atribuyen la disminución a los efecto

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