Foto: Freepik.

Cuando llega el calorcito, uno lo único que quiere es comer algo fresco, liviano y, si es posible, rápido de preparar. Y acá entran en juego las ensaladas con pastas: un golazo para cualquier día de verano. No solo sacan del apuro, sino que además te permiten jugar con sabores, colores e ingredientes de temporada.

Lo mejor de todo es que podés dejarlas listas un rato antes —o incluso desde la mañana— y sacarlas directo de la heladera cuando el hambre aprieta. Bien prácticas, bien ricas y con ese toque casero que siempre suma.

Además, al sumar pasta a la ecuación, estas ensaladas se vuelven un plato completo: llenan lo justo, aportan energía y permiten combinar vegetales, proteínas y alguna que otra tentación.

A continuación, tres ideas fáciles para disfrutar de una comid

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