El Ministerio Público ha solicitado la extradición de Sebastián Vanella Muñoz, un empresario conocido por su controvertido papel como gerente de La Piccola Italia. Vanella enfrenta acusaciones de haber causado un perjuicio al Estado superior a los $3.200 millones mediante la emisión de facturas falsas. La Unidad de Investigación de Bío Bío ha recopilado información que indica que Vanella y su hermano Lucciano formaron parte de una red que utilizó cinco empresas fantasmas para transferir 829 facturas ideológicamente falsas.
Los antecedentes judiciales revelan que Sebastián Vanella creó sociedades con el fin de evadir impuestos. Según la fiscalía, con los fondos obtenidos de estas maniobras, adquirió bienes e inversiones en el extranjero, incluyendo un restaurante en Orlando, Estados Unidos. Vanella fue formalizado el 19 de diciembre, tras una querella presentada por el Servicio de Impuestos Internos (SII) en el marco de la denominada Operación Tributos, que se considera el fraude fiscal más grande en la historia del país, con pérdidas totales estimadas en más de $240 mil millones.
La investigación, liderada por la Fiscalía Metropolitana Occidente, detalla que entre 2014 y 2020 operó el Clan Canessa, una organización ilícita dirigida por José Antonio Pávez Canessa. Este clan gestionó una red de 16 empresas que emitían facturas falsas a cambio de comisiones. Además, la organización se autoemitía documentos para dar apariencia de legalidad a sus operaciones comerciales.
Entre junio de 2015 y diciembre de 2017, los hermanos Vanella incrementaron su crédito fiscal mediante 829 facturas falsas a través de cinco empresas de papel. Estas entidades carecían de ubicación física y no podían demostrar la existencia de trabajadores necesarios para las operaciones que declaraban. Las empresas involucradas son Votnik Spa, Inversiones Distrito Cincuenta y Seis Spa, Sociedad de Inversiones Soosann Spa, Sociedad de Inversiones Ornifex Spa y Sociedad de Servicios Industriales Sintac Limitada.
Se ha comprobado que 782 de las facturas fueron emitidas por cuatro de estas empresas, todas administradas por José Antonio Pávez Canessa. Las maniobras fraudulentas causaron un daño fiscal de más de $900 millones, representando el 80,95% del crédito fiscal declarado durante el periodo tributario.
Además, la Unidad de Investigación de Bío Bío ha encontrado que los hermanos Vanella redujeron de manera indebida el impuesto a la renta que debían pagar durante los años tributarios 2016, 2017 y 2018. Para ello, presentaron formularios falsos que incluían los montos de las 829 facturas, lo que resultó en un perjuicio fiscal adicional de más de $2.273 millones. En total, la empresa Constructora SLV S.A., representada por Sebastián Vanella Muñoz, provocó un perjuicio fiscal que asciende a $3.259 millones.
La fiscalía sostiene que el dinero ahorrado ilegalmente en impuestos fue “lavado” a través de la adquisición de bienes personales, lo que resultó en un aumento injustificado de su patrimonio. La situación de Sebastián Vanella continúa en desarrollo, mientras las autoridades buscan su extradición para enfrentar los cargos en su contra.

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