Comedores resisten como una opción frente al hambre en Venezuela

La Hora de Venezuela

En Caracas, cada martes, jueves y viernes, Édgar Martín camina unos 3 kilómetros, desde Capuchinos hasta la parroquia La Pastora, para poder almorzar en un comedor benéfico.

A sus 84 años de edad, Martín afirma que se ha visto obligado a depender de comedores y ayudas sociales y estatales para poder subsistir, ya que su pensión es de solo 130 bolívares mensuales, equivalentes a menos de un dólar e insuficientes para comprar proteínas en un país en el que el kilo de carne oscila entre 9 y 19 dólares . Vive solo y nadie le da trabajo. Suma cinco años acudiendo al comedor.

“Me ayudo con la bolsita (una bolsa de comida subsidiada que es entregada a través de los Comités Locales de Abastecimiento y P

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