Mañana, el Tesoro nacional llevará a cabo una licitación de deuda que podría alcanzar los $14,6 billones. Este evento ha captado la atención de inversores, bancos y analistas, quienes observan de cerca el impacto que tendrá en la política monetaria y el mercado de crédito. La situación es compleja, ya que los vencimientos a renovar son cuatro veces mayores que la liquidez disponible, que se sitúa en aproximadamente $4,4 billones.

El desafío principal radica en renovar la mayor proporción posible de compromisos sin comprometer la actividad económica. Para ello, el Tesoro ofrecerá una variedad de instrumentos, incluyendo títulos ajustados por inflación (CER), tasa fija, dólar linked y tasa variable vinculada a la TAMAR. La estrategia busca captar fondos del sector privado y bancario para cubrir los vencimientos y evitar una fuga abrupta de reservas.

Recientemente, el Banco Central (BCRA) ha adoptado medidas de alivio monetario, reduciendo la tasa de interés de las operaciones de simultáneas del 22% al 20% y disminuyendo la exigencia de encajes para los bancos. A partir del 1° de diciembre, los bancos podrán integrar parte de sus encajes con títulos públicos, lo que liberará cerca de 2 billones de pesos. Esto se espera que satisfaga la demanda estacional de dinero en diciembre, un mes caracterizado por el pago de aguinaldos y un aumento en el consumo.

Los analistas del mercado, como Martín Polo de Cohen, son optimistas respecto a la renovación de los vencimientos. Polo afirma que la reciente baja de encajes inyectará liquidez, lo que podría favorecer la demanda de instrumentos del Tesoro. En One618 también prevén un resultado positivo, destacando que la liquidez adicional fortalecerá el apetito por la deuda en pesos.

Sin embargo, a pesar de las medidas de alivio, el margen del Tesoro es limitado. La falta de transparencia en la liquidez de los bancos comerciales complica la situación, ya que se estima que entre 10 y 15 billones de pesos están disponibles, pero no todos son accesibles para la subasta. Además, los analistas advierten que el espacio para continuar relajando las condiciones es restringido.

Juan Manuel Truffa, economista de Outlier, señala que el Tesoro debe enfrentar pagos de aguinaldos en diciembre, lo que tiende a ser deficitario. Truffa enfatiza la importancia de lograr un buen nivel de renovación de deuda sin liberar pesos que puedan generar tensiones en el mercado cambiario. La estrategia se centra en ofrecer tasas atractivas para lograr altos niveles de rollover, sin endurecer demasiado las condiciones monetarias.

A pesar de los desafíos, el clima entre los operadores es mayormente optimista. Las expectativas giran en torno a una renovación casi total de los vencimientos, apoyadas por la reciente flexibilización de las condiciones y el aumento estacional del apetito por pesos en diciembre. El Tesoro busca atraer tanto a inversores que buscan cobertura frente a la inflación como a aquellos que desean posicionarse en moneda local por motivos transaccionales o de cartera.