La historia de Ángela Chuquisuta , una joven de apenas 21 años, refleja el lado más peligroso de los procedimientos estéticos clandestinos. Lo que comenzó como una búsqueda por “mejorar su figura” terminó en una batalla por su vida : hoy permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Rebagliati , luego de haber contraído una bacteria que desencadenó una infección generalizada tras someterse a una lipotransferencia realizada por una mujer sin título médico en Villa El Salvador .

El 7 de noviembre, Ángela acudió donde Yaris Saavedra Torres , una supuesta cosmiatra recomendada de manera casual en un evento social. La intervención — un procedimiento invasivo que solo puede realizar un cirujano plástico en un quirófano— se llevó a cabo en condiciones completamente irreg

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