El FC Barcelona ha vuelto a caer en los mismos errores que lo persiguen en Europa. En esta ocasión, el equipo de Hansi Flick fue superado por un contundente Chelsea en Stamford Bridge , en un duelo correspondiente a la fase de grupos de la Champions League 2025/2026 . El resultado (3-0) dejó en evidencia los problemas estructurales del equipo culé, sobre todo en el aspecto disciplinario y mental.

Otra expulsión que marca el partido

El gran protagonista negativo fue Ronald Araújo , quien fue expulsado antes del descanso tras ver la segunda amarilla por una entrada sobre Marc Cucurella . El central uruguayo, que ya arrastraba una tarjeta por protestar, cometió una falta innecesaria que dejó a los suyos con uno menos y con el partido cuesta arriba. Como en otras ocasiones recientes en Europa, quedarse en inferioridad fue sinónimo de derrota.

Esta situación no es nueva. En las últimas seis derrotas del Barça en Champions , tres han estado marcadas por expulsiones tempranas , algo que ya empieza a parecer un patrón. «El equipo no aprende de sus errores», han señalado desde el entorno culé, recordando las rojas a Araújo ante el PSG en 2024 y a Eric García ante el Mónaco en 2023.

Un equipo sin reacción y con problemas disciplinarios

Más allá del resultado, preocupa la incapacidad del Barça para competir en partidos exigentes. El equipo londinense fue superior en todas las fases del juego: intensidad, posicionamiento, eficacia ofensiva y lectura táctica . Jugadores como Raphinha, Rashford o Dani Olmo no pudieron revertir la situación en la segunda parte.

El historial reciente es demoledor. Cada vez que el Barça juega en desventaja numérica en Europa, cae con contundencia. La estadística comienza a reflejar una preocupante tendencia: el aumento de tarjetas amarillas y rojas , especialmente en momentos clave del partido.

Araujo, otra vez en el foco

El caso de Araujo empieza a ser recurrente. Su expulsión ante el PSG en cuartos de final de 2024, cuando el equipo ganaba 1-0 y tenía ventaja en la eliminatoria, fue muy criticada por la prensa y la afición. Ahora, en otro partido decisivo, vuelve a cometer un error similar. La falta de control emocional en momentos clave está costando caro al Barça.

Sin margen de error en Champions

Con esta derrota, el Barcelona queda en una situación delicada en la Champions League . Necesita sumar en los dos partidos restantes para no depender de terceros y evitar un nuevo fracaso europeo. El mensaje del club es claro: «No se pueden regalar partidos en esta competición».

El FC Barcelona deberá hacer autocrítica, corregir errores y centrarse en el trabajo mental de sus futbolistas. De lo contrario, seguirán acumulando decepciones en Europa. La afición empieza a perder la paciencia, y el equipo, el crédito.