Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos, ha optado por no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, tras pasar su primera noche en prisión. Esta decisión se produce en el contexto de la investigación sobre la trama de venta de mascarillas al Gobierno de Canarias, en la que García está implicado.

El exasesor fue trasladado desde la prisión de Soto del Real a la Audiencia Nacional en un furgón de la Guardia Civil. Su abogada, Leticia de la Hoz, argumentó que su cliente no podía declarar porque aún no ha tenido acceso a los teléfonos y dispositivos electrónicos que le fueron incautados durante la investigación. Estos materiales son cruciales para su defensa, ya que contienen información relevante sobre el caso.

García se ha acogido a su derecho constitucional de no declarar, una postura que ha sido respaldada por su defensa. A diferencia de otros implicados, como el empresario Víctor de Aldama, quien ha comenzado a colaborar con la justicia, García no ha recibido una copia del contenido de sus dispositivos, lo que ha generado críticas sobre la desigualdad en el trato recibido por los investigados.

El juez del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, decidió el ingreso en prisión de García y Ábalos, argumentando que existía un "riesgo de fuga". Esta decisión ha sido considerada sorpresiva, ya que García había asistido a todas las citaciones anteriores. La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado penas de hasta 24 años para García y Ábalos, lo que ha influido en la decisión del juez.

La situación de Koldo García contrasta con la de Víctor de Aldama, quien, tras colaborar con la justicia, ha visto reducidas las peticiones de pena en su contra. La investigación sigue su curso, mientras las defensas de García y Ábalos preparan recursos contra su encarcelamiento.