Todos hemos estado en esa situación: necesitas convencer, negociar o simplemente caer bien, y sabes que la primera impresión lo es todo. Puedes tener las palabras perfectas, la experiencia ideal o el currículum más brillante, pero si no proyectas confiabilidad con tu cuerpo el resultado no es el mismo.

Afortunadamente, la ciencia tiene la respuesta, y no tiene nada que ver con practicar un discurso frente al espejo. Expertos en comunicación y psicología social identificaron que la clave para desbloquear la confianza inmediata no reside en lo que dices, sino en un gesto no verbal increíblemente sutil, que la mayoría de las personas ejecuta de forma inconsciente.

La psicología detrás del gesto

El gesto en cuestión es tan sencillo como poderoso: la inclinación leve y espontánea

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