No hace mucho tiempo los mexicanos estábamos sorprendidos por la rapidez como nuestros científicos podrían resolver en unas cuantas semanas el trabajo aplazado por siglos.

De un día para otro nos convertimos (al menos en los discursos de cadencia tropical), en fabricantes de las más maravillosas máquinas de respiración mecánica, Ehcátl, (en náhuatl), en una época de escasez internacional de máquinas de respiración asistida durante la mortal pandemia de COVID.

En unas semanas más logramos, casi simultáneamente con los más grande laboratorios del mundo (Pfizer, Astra, etc), con decenas de científicos y premios Nobel de medicina, anunciar la vacuna “Patria” con la cual íbamos a salvar millones de vidas no sólo aquí sino en todo el mundo. ¡Aja!

“...Vamos a producir --recuerdo esas palabras

See Full Page