Durante años, los responsables políticos de Israel y de toda Europa han intentado separar la fachada política de la Hermandad Musulmana de su base extremista. Esperaban que el compromiso con el vocabulario "moderado" de la Hermandad pudiera fomentar la estabilidad, integrar a las comunidades musulmanas y servir de cortafuegos contra el radicalismo violento.

Pero los acontecimientos que se están desarrollando en Europa -apoyados por múltiples informes de inteligencia de Francia , Bélgica y el Parlamento Europeo- exponen ahora esta estrategia como peligrosamente equivocada. La Hermandad no es una alternativa al extremismo. Es el motor ideológico que lo impulsa .

Opinión

No se puede luchar contra los Hermanos Musulmanes y a la vez arrastrarse ante Qatar

Jonathan S. Tobin

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