El hojaldre es una masa crujiente y sorprendentemente versátil, capaz de adaptarse a distintos gustos y a cualquier momento del día. Ya sea en forma de bocado dulce para acompañar un café o bien como base de un plato salado que reúne verduras, quesos o carnes especiadas. Demuestra que la sencillez puede convertirse, también, en algo extraordinario. Lo más fascinante es que esta masa nace únicamente de cuatro ingredientes esenciales: harina, mantequilla, agua y sal.
Debido a esta composición sencilla, el hojaldre ofrece una textura única, crujiente al primer bocado y suavemente delicado al deshacerse en la boca. Además, pocas masas permiten tantos rellenos y combinaciones, y aún menos logran resultados tan diferentes entre sí. Su estructura laminada le otorga la capacidad de sostener tanto preparaciones delicadas como otras más contundentes sin perder su esencia, convirtiéndose en una base para recetas de todo tipo.
En su versión salada, el hojaldre despliega su potencial. Combina a la perfección con verduras asadas que aportan profundidad, con quesos que se funden suavemente entre sus capas o con embutidos que aportan un toque sabroso. Asimismo, se adapta sin esfuerzo a cremas untables, patés o carnes especiadas, permitiendo elaborar desde quiches y empanadas hasta pequeños aperitivos ideales para compartir.
Por otro lado, en su faceta dulce, el hojaldre se convierte en protagonista de algunos de los clásicos de la pastelería. Es la base del irresistible milhojas, donde alterna capas con cremas suaves, aparece también en las palmeras y da forma a pequeñas caracolas que pueden rellenarse con crema pastelera, fruta fresca, frutos secos o chocolate. Su neutralidad aromática permite jugar con ingredientes más sutiles o más intensos.
Rosas de hojaldre veganas con remolacha y salsa de pimiento

Para elaborar esta receta necesitamos una hora y quince minutos aproximadamente. Para cuatro personas necesitamos los siguientes ingredientes:
- Una remolacha roja, unos 150 gramos
- Una remolacha amarilla, unos 150 gramos
- Una remolacha blanca, unos 150 gramos
- 700 gramos o una lámina de hojaldre
- Medio vaso de queso crema de anacardos o algún otro fruto seco
Para elaborar la salsa de pimientos asados:
- 200 gramos de zanahoria
- 220 gramos de pimiento rojo
- 250 gramos de tomates
- Un laurel
- Aceite de oliva
- Cayena molida
- Una pizca de sal
Para empezar, precalienta el horno a 180 grados para que esté listo cuando llegue el momento de hornear. En primer lugar, con ayuda de un cuchillo, pela las remolachas; luego lávalas bajo un chorro de agua y córtalas en finas láminas. A continuación, corta el hojaldre en cuadrados de unos 4 centímetros de grosor.
Seguidamente, pincha suavemente cada pieza con un tenedor para generar pequeños orificios que evitarán que la masa se infle en exceso. Después, unta una fina capa de queso crema de anacardos sobre cada porción. Luego, coloca encima las láminas de remolacha, intercalando siempre una capa de queso y otra de remolacha para lograr un resultado equilibrado. Una vez completado este proceso, enrolla el hojaldre con cuidado, dejando los ingredientes bien recogidos en su interior. Después, engrasa un molde de magdalena y colócalo cada rollito en su hueco.
Mientras tanto, podemos elaborar la salsa de pimientos. Para ello, lava bien todas las verduras y sécalas con toques suaves de papel de cocina. A continuación, pela y corta en trozos la zanahoria, los tomates y los pimientos, retirando las semillas. Una vez listos, colócalos en una bandeja forrada de papel vegetal. Añade un poco de sal al gusto, un chorrito de aceite de oliva por encima y una hoja de laurel para aromatizar. Acto seguido, introduce en bandejas separadas los hojaldres y las verduras en el horno durante media hora. Sabremos que están en su punto cuando las verduras estén blandas y los hojaldres hayan adquirido un tono dorado y uniforme.
Cuando todo esté listo, retiramos las bandejas del horno y deja enfriar ligeramente. Las verduras, una vez templadas, colócalas en el vaso de la batidora junto con una pizca de cayena molida y tritura hasta obtener una mezcla homogénea.
Por último, sirve las rosas de hojaldre acompañadas de la salsa de pimientos.
Hojaldre de langostinos y bacalao
Para elaborar esta receta necesitamos unos cincuenta minutos aproximadamente. Para obtener diez canapés estos son los ingredientes:
- 700 gramos o una lámina de hojaldre
- 20 langostinos
- 300 gramos de bacalao desalado
- Una cucharada de caviar de salmón
- Medio mango
- 20 gramos de trufa negra en conserva
- 7 cucharadas de mayonesa
- Una pizca de sal
Para empezar, precalentamos el horno a 190 grados para que alcance la temperatura adecuada mientras preparamos el resto de los ingredientes. A continuación, colocamos el hojaldre sobre la mesa de trabajo, lo estiramos con ayuda de un rodillo y lo cortamos en diez rectángulos iguales. Seguidamente, forramos una bandeja de horno con papel vegetal y disponemos sobre ella los rectángulos de hojaldre.
Para evitar que la masa suba en exceso durante la cocción, colocamos encima otra hoja de papel vegetal y, sobre esta, otra bandeja que ejerza un poco de peso. Después, introducimos el conjunto en el horno durante cinco minutos. Una vez transcurrido el tiempo, sacamos los hojaldres y los dejamos enfriar por completo.
Mientras tanto, preparamos el relleno. Para ello, desmigamos el bacalao desalado con los dedos y lo colocamos en un bol. En paralelo, añadimos agua y sal a un cazo y, cuando rompa a hervir, incorporamos los langostinos, cociéndolos durante cuatro minutos. Inmediatamente después, los pasamos a un bol con agua y hielo para detener la cocción. Luego, los escurrimos con un colador y los pelamos.
A continuación, escurrimos la trufa negra de su líquido y la picamos finamente con un cuchillo. También pelamos el mango, retiramos el hueso y cortamos su pulpa en pequeños trozos. Una vez tengamos todos los elementos listos, procedemos a montar los canapés. Primero, repartimos una fina capa de mayonesa sobre los rectángulos de hojaldre ya fríos. Luego, los espolvoreamos con la trufa picada y colocamos encima dos langostinos y dos o tres trozos de bacalao desmigado. Finalmente, añadimos una cucharadita de caviar de salmón y decoramos los platos con pequeños trocitos de mango antes de servir.
Espárragos enrollados en hojaldre

Para elaborar esta receta necesitamos una hora aproximadamente. Para cuatro personas estos son los ingredientes:
- 400 gramos o una lámina rectangular de hojaldre
- Cuatro lonchas de beicon
- Dos manojos de espárragos trigueros, unos 25 tallos
- Una cucharada de semillas de amapola
- Un huevo
- Sal y pimienta
Para empezar, precalentamos el horno a 220 grados para que alcance la temperatura adecuada mientras preparamos los ingredientes. A continuación, limpiamos los espárragos, retiramos con cuidado el tallo leñoso, los lavamos bajo un chorro de agua fría y los secamos con pequeños toques con papel de cocina.
Después, cortamos el beicon por la mitad para obtener dos tiras. Seguidamente, dividimos el hojaldre en ocho cuadrados iguales que servirán como base de nuestros rollitos. Luego, colocamos sobre cada cuadrado un trozo de beicon y, encima, dos o tres espárragos, según su tamaño. Una vez montada la base, envolvemos el hojaldre como si fuera un churro, asegurándonos de cerrar bien el extremo para que no se abra durante el horneado.
Acto seguido, preparamos el glaseado. Para ello, cascamos un huevo en un bol y lo batimos. A continuación, añadimos una pizca de sal, un toque de pimienta negra y unas semillas de amapola. Mezclamos nuevamente para integrar todos los ingredientes.
Con ayuda de una brocha de silicona, pintamos cada rollito de hojaldre con esta mezcla, lo que aportará brillo y un acabado crujiente. Finalmente, horneamos durante unos quince minutos o hasta que los rollitos adquieran un tono dorado.

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