En la provincia de Ávila se encuentra un bosque autóctono y milenario ubicado dentro de la Reserva Natural del Valle de Iruelas, que ofrece recorridos accesibles para quienes buscan acercarse a la naturaleza sin necesidad de una preparación física intensa. Este espacio protegido combina rutas señalizadas con un ecosistema característico de la región, en el que conviven distintas especies de árboles y animales autóctonos, lo que permite una experiencia cercana al patrimonio natural de la zona.

Los caminos del Castañar permiten recorrer zonas donde se aprecia la estructura del bosque y la diversidad de su vegetación. El trazado de los senderos facilita el tránsito de visitantes con distintos niveles de movilidad y asegura que la actividad no genere un impacto significativo sobre el terreno. De esta manera, tanto individuos como grupos pueden disfrutar de la experiencia sin comprometer la conservación del entorno.

Además de su valor natural, el bosque cuenta con servicios y regulaciones que equilibran la presencia de visitantes con la protección del ecosistema. Desde áreas recreativas hasta indicaciones sobre comportamiento responsable, la gestión del lugar promueve un recorrido seguro y respetuoso, al tiempo que permite observar ejemplares históricos y aprender sobre la dinámica del bosque sin afectar su integridad. Para quienes deciden recorrer el bosque, la ruta principal del Castañar de El Tiemblo ofrece un itinerario circular claramente señalizado.

Ruta del Castañar de El Tiemblo

El sendero principal del Castañar de El Tiemblo comienza en el Área Recreativa de El Regajo y tiene un trazado circular de aproximadamente 4,4 kilómetros. La ruta presenta un desnivel moderado, lo que la hace accesible a personas con distinta condición física. Durante el recorrido, los visitantes atraviesan un bosque de castaños y robles, y encuentran claros que permiten observar la diversidad natural de la Reserva Natural del Valle de Iruelas. La señalización del sendero facilita la orientación y contribuye a mantener un tránsito ordenado sobre el terreno.

Entre los puntos más relevantes del trayecto se encuentra el castaño conocido como El Abuelo, un ejemplar que supera los 500 años de antigüedad y los 19 metros de altura. Este árbol es considerado uno de los más representativos del bosque. Para garantizar su conservación, se ha instalado una valla que impide el contacto directo, de manera que los visitantes pueden observarlo sin comprometer su estructura. El Abuelo simboliza la longevidad de la vegetación autóctona y representa un vínculo histórico con las generaciones de especies que han coexistido en este entorno.

El acceso al Castañar está regulado especialmente durante la época de otoño. Los visitantes que acuden los viernes, sábados, domingos y festivos deben adquirir previamente su entrada anticipada, mientras que de lunes a jueves no se requiere ticket para acceder. Esta regulación busca controlar la afluencia de personas en los momentos de mayor concentración, reduciendo la presión sobre los senderos y asegurando que el entorno se mantenga en condiciones adecuadas para su conservación.

El Área Recreativa de El Regajo cuenta con instalaciones que facilitan la visita, como aparcamiento y zonas para descansar. Además, se recomienda respetar las normas de conservación: permanecer en los caminos señalizados, no recolectar frutos, mantener la limpieza y controlar a las mascotas. Estas medidas contribuyen a que la experiencia de recorrer el bosque y contemplar al castaño centenario se realice de manera sostenible y segura, garantizando que el Castañar continúe siendo un recurso natural protegido para futuras generaciones.