El presidente Donald Trump ha revelado que su administración está evaluando la posibilidad de implementar un programa de jubilación similar al sistema australiano en Estados Unidos. Durante una declaración en la Casa Blanca, Trump afirmó: “Lo estamos analizando muy seriamente. Es un buen plan. Ha funcionado muy bien”.
El sistema australiano de ahorro para la jubilación, conocido como "superannuation" o "super", ha captado la atención de los funcionarios en Washington. Este programa obliga a los empleadores a financiar las cuentas de ahorro de sus empleados, que se invierten en fondos específicos y permanecen bloqueados hasta la jubilación. Además, los empleados tienen la opción de contribuir a sus propias cuentas.
Los empleadores deben aportar el 12% del salario de sus trabajadores a estos fondos, un porcentaje que ha ido aumentando desde el 3% cuando se estableció el programa en 1992. Tim Jenkins, socio de la consultora Mercer, explicó: “No hay opción de excluirse. Si estás empleado, tu empleador debe pagar el 12% de tu salario a tu ahorro para la jubilación, y eso queda bloqueado hasta que te acerques a la edad de jubilación, con pocas formas de acceso en el camino, pero realmente muy limitadas”.
El sistema de superannuation de Australia es el cuarto mayor fondo de ahorro para la jubilación a nivel mundial, a pesar de que el país tiene una población de solo 27 millones. Actualmente, este fondo cuenta con aproximadamente 4,5 billones de dólares australianos en activos, equivalentes a unos 3 billones de dólares estadounidenses.
Los empleados pueden elegir entre diferentes fondos super, que son gestionados por inversores profesionales y regulados por el Gobierno. Estos fondos se invierten en una variedad de activos globales, desde acciones hasta capital privado.
El programa fue creado para abordar las preocupaciones sobre el envejecimiento de la población y la sostenibilidad financiera de las jubilaciones. Jenkins añadió: “Con una población que envejece y tasas de natalidad en descenso, un sistema como este reduce la carga fiscal para las generaciones futuras”.
En comparación, el sistema de jubilación de Estados Unidos, que incluye planes 401(k) opcionales y el Seguro Social, tiene una calificación C+ en el Índice Global de Pensiones Mercer CFA Institute de 2025, mientras que el sistema australiano tiene una calificación B+.
El Seguro Social, establecido en 1935, es el principal mecanismo de ingresos durante la jubilación en EE.UU., pero enfrenta preocupaciones sobre su viabilidad debido al envejecimiento de la población.
La posibilidad de implementar un sistema similar al australiano en Estados Unidos plantea interrogantes, especialmente por las diferencias políticas y demográficas entre ambos países.
No es la primera vez que el Gobierno de Trump menciona el sistema australiano. Los fondos super australianos son grandes inversores en activos estadounidenses. En una cumbre sobre superannuation en Washington, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, destacó el éxito del programa. Matthew Linden, de Super Members Council, comentó: “Lo que ha sorprendido a los funcionarios e inversionistas estadounidenses es que la fortaleza de las políticas del sistema super australiano —pagos automáticos, cobertura casi universal y preservación de los ahorros hasta la jubilación— ha ayudado a los australianos a construir fondos de retiro líderes en el mundo."

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