Las sospechas por un posible crimen de guerra ponen contra las cuerdas al jefe del Pentágono, Pete Hegseth, quien apenas logró pasar un agotador proceso de confirmación en el Senado para convertirse en secretario de Defensa a principios de este año, y ahora se enfrenta el más duro escrutinio desde que se integró al gabinete de Donald Trump.
Tan solo tres meses después, se vio rápidamente involucrado en el caso llamado Signalgate, ya que él y otros altos funcionarios estadounidenses utilizaron la popular aplicación de mensajería Signal para hablar sobre los próximos ataques militares en Yemen. El miércoles se entregó a los legisladores un informe del Inspector General del Pentágono sobre el asunto.
Un comité independiente del Pentágono concluyó que, violó normas militares al compartir in

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