Este miércoles se ha publicado 'Diario de un prisionero', en el que el expresidente francés relata las casi tres semanas que pasó en una prisión parisina tras ser condenado por asociación ilícita
La Justicia francesa pone en libertad a Sarkozy tras 20 días en la cárcel a la espera del juicio de apelación
“La cárcel fue para mí una prueba que intenté aprovechar al máximo. Se suele decir que se aprende a cualquier edad. Es cierto, porque aprendí mucho en [la prisión de] La Santé, tanto sobre los demás como sobre mí mismo”. Como muchos intelectuales y políticos antes que él, Nicolas Sarkozy aprovechó las casi tres semanas en prisión para dedicarse a la introspección y a la escritura.
Fruto de ese proceso, este miércoles ha salido a la venta en Francia el libro Le Journal d’un prisonnier (Diario de un prisionero), en el que repasa su experiencia. “Al igual que en el desierto, la vida interior se fortalece en la cárcel”, escribe el expresidente, que pasó en total 20 días en un pabellón especial de la cárcel parisina (pabellón de personas vulnerables, al que la prensa francesa se refiere como pabellón VIP). Esos 20 días le han dado para un total de 216 páginas.
En los días previos a su publicación, la radio Europe 1 y los periódicos Le Figaro y el Journal du Dimanche ya habían publicado varios extractos a modo de adelanto. “Tenía que responder a esta sencilla pregunta: ¿Cómo he llegado hasta aquí?”, se interroga el expresidente. Sencillo: Sarkozy fue condenado en septiembre a una pena de cinco años de prisión por asociación ilícita, al considerar probado los jueces un “pacto de corrupción” entre su entorno y el régimen de Muamar Gadafi. El expresidente recurrió la sentencia y está previsto que su juicio en apelación se celebre a partir del 16 de marzo.
“Tenía que preguntarme por esta vida tan extraña que es la mía, que me ha hecho pasar por tantas situaciones extremas”, continúa Sarkozy, sobre el que pesan otras dos condenas a penas de prisión, en otros dos casos diferentes: el llamado caso de las escuchas y el caso Bygmalion.
“Rezaba para soportar la cruz de esta injusticia”
Según los extractos revelados por Europe 1, el primer día de su encarcelamiento, el expresidente vivió una “forma de conversión repentina”, un acercamiento a la religión que le hizo arrodillarse y rezar. “Fue algo natural”, relata. “Permanecí así durante largos minutos. Rezaba para tener la fuerza necesaria para soportar la cruz de esta injusticia”, continúa, evocando también sus conversaciones con el capellán de la prisión.
La cárcel le parece insoportable a los inocentes. Ahora puedo dar fe de que lo es. De que deja huellas. Las arrugas más marcadas, el rostro más pensativo y la silueta más delgada
Sarkozy también relata a Le Figaro que escribió el libro “de un tirón […] con un bolígrafo Bic sobre una pequeña mesa de contrachapado”, y que luego pasó las hojas a sus abogados para que las entregasen a su secretaria, encargada de ponerlas en orden. “Luego lo releí [al salir de la cárcel]. Me di cuenta de que había contado varias historias: la de mi vida en prisión, la de mi juicio, pero también la de mi familia, que se mantuvo tan unida y me ayudó tanto”, cuenta el autor, que ya había escrito diez libros antes de este.
El expresidente aprovecha esta nueva obra para defender su “total inocencia”. Se considera víctima de una persecución por parte de los magistrados. “La cárcel le parece insoportable a los inocentes. Ahora puedo dar fe de que lo es. De que deja huellas. Las arrugas más marcadas, el rostro más pensativo y la silueta más delgada”.
No duda en compararse con figuras históricas como Alfred Dreyfus, militar injustamente expulsado y encarcelado por espionaje (primero en la Santé, luego en una colonia penal en Guyana), un caso de antisemitismo que marcó la opinión pública y la historia de Francia. “Dreyfus fue primero degradado en frente de las tropas, le retiraron sus galones y sus condecoraciones. Yo fui expulsado de la Legión de Honor en frente de la nación, sin siquiera esperar el resultado de mi recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos”, denuncia, estableciendo un paralelismo entre ambos. “Dreyfus fue encarcelado en la prisión de la Santé. Un lugar que ahora conozco bien”.
Apoyo del millonario Vincent Bolloré
El libro, que se beneficia de una gran campaña promocional, está editado por Fayard, que hoy está en manos del millonario conservador Vincent Bolloré, cuyo grupo controla también el canal CNEWS, el diario JDD y la radio Europe 1. La rapidez con la que el libro ha sido editado y puesto a la venta lleva a pensar que el lanzamiento estaba preparado antes incluso de su ingreso en prisión.
Según informa Le Parisien, Fayard ha enviado un mensaje a Sarkozy el lunes anunciándole que, gracias la preventa, el libro ha sido número uno en ventas en Amazon antes incluso de su publicación.
Nicolas Sarkozy, que según Le Figaro tenía el número de preso 320.535, también describe el día a día de su detención. Detalles que van desde sus sesiones de deporte hasta su régimen alimenticio, compuesto por “lácteos, barritas de cereales, agua mineral, zumo de manzana y algunos dulces”.
También reserva algunos comentarios para el mundo político, entre ellos Emmanuel Macron, al que acusa de haber “desviado la mirada”, mientras su predecesor era encarcelado. Su relación con el actual presidente, que durante mucho tiempo fue buena y quien lo recibió unos días antes de su entrada en prisión, está ahora marcada por la “desconfianza”, después de que Macron no impidiese que a Sarkozy se le retirase la Legión de Honor.
No a un 'frente republicano'
Otro de los extractos que más ha llamado la atención es el que dedica a la extrema derecha, que algunos interpretan como una llamada a romper el cordón sanitario entre la derecha gaullista y los partidos ultras.
Sarkozy relata que Marine Le Pen le preguntó recientemente si, en caso de nuevas elecciones legislativas anticipadas, “se uniría a algún frente republicano” (la unión electoral de varios partidos para frenar a la extrema derecha). “No, y además, lo asumiré tomando una posición pública sobre el tema cuando llegue el momento”, le respondió Sarkozy, que considera que la reconstrucción de la derecha pasará por “el espíritu de unión más amplio posible, sin anatemas ni exclusiones”.
En los días posteriores a la publicación de los extractos, el entorno de Sarkozy aclaró a la cadena de televisión LCI que abogaba por la “unión de las derechas”, pero estas precisiones no impidieron que se reavivara el rumor en la prensa francesa de unas posibles primarias de toda la derecha francesa, que incluya también a políticos de extrema derecha.
En cualquier caso, el ex jefe de Estado francés aún no ha terminado su periplo judicial. Además del juicio en apelación por la financiación libia la próxima primavera, Nicolas Sarkozy es objeto de otras investigaciones, en particular sobre sus actividades de consultoría en Rusia, por las que habría recibido un pago de 500.000 euros, la controvertida adjudicación del Mundial de 2022 a Qatar o la extraña retractación de uno de los testigos del caso libio, por la que Sarkozy y su mujer podrían sentarse en el banquillo próximamente.

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