En el noreste de Francia, una pequeña comunidad rural enfrenta lo que muchos ya califican como un golpe casi digno de película, pues se reportó el robo de 449 kilos de caracoles, valorados en más de 100.000 dólares, de una granja especializada justo antes de que comenzara la temporada alta de consumo por las festividades de Navidad y Año Nuevo.

El atraco ocurrió en L’Escargot des Grands Crus, una empresa familiar fundada en 1999 que hoy integra granja, tienda, laboratorio y cocinas. Fue el propietario, Jean-Mathieu Dauvergne, quien descubrió el 24 de noviembre que las instalaciones habían sido vulneradas. Encontró puertas abiertas, cajones revueltos y casi la totalidad de los caracoles destinados a las fiestas estaban desaparecidos.

Robo planeado para el impacto decembrino

La familia cr

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